El Plan se presenta como un instrumento impulsado desde la Corporación Municipal, lo que implica que tanto sus acciones como los programas propuestos responden directamente a las necesidades detectadas y se fundamentan en principios generales y específicos para abordar el fenómeno de las adicciones. Su elaboración debe contar con una amplia participación de entidades y administraciones desde las fases iniciales, con el fin de garantizar un diagnóstico adecuado de la situación. Su propósito es ofrecer un abordaje integral de las adicciones, abarcando tanto las drogas legales como las ilegales, a través de una herramienta dinámica que evoluciona junto con los cambios sociales.
Además, actúa como un instrumento aglutinador que aporta coherencia a las respuestas institucionales y a las aportaciones de diversos servicios, optimizando recursos e iniciativas. El Plan está sometido a una evaluación continua y propone estrategias organizadas en dos niveles de intervención (universal y selectiva), cada uno dividido en tres ámbitos de actuación: escolar, familiar y comunitario. Sus acciones se centran principalmente en la reducción de la demanda, mediante la prevención y la disminución de riesgos, sin descuidar, dentro de sus competencias, medidas orientadas a la reducción de la oferta.